Un experto en tecnología ha señalado la necesidad urgente de usar la inteligencia artificial (IA) como una herramienta para ampliar las capacidades humanas, y no para reemplazarlas o limitarlas. Esta advertencia surge en un contexto donde el uso de la IA crece aceleradamente, pero también aumenta la preocupación sobre sus consecuencias sociales y cognitivas.
La reflexión apunta a que, si bien la IA facilita muchas tareas y automatiza procesos, es crucial que quienes la usan mantengan un control crítico y ético, evitando depender exclusivamente de ella. El experto argumenta que, en lugar de potenciar la inteligencia humana, algunas prácticas tecnológicas pueden conducir a una reducción de nuestra capacidad de análisis y juicio.
Este llamado se alinea con otros estudios que sugieren la importancia de educar en el uso responsable de la IA y fomentar un equilibrio entre tecnología y pensamiento crítico. Solo así, se podrá aprovechar el verdadero potencial de esta tecnología sin perder el control sobre nuestras propias habilidades.
